excelente juego yo ya me lo pase y ya tengo todos los craneos, todas las armas y todos los trajes.
aqui la info:
La eterna pregunta de si estamos solos en el universo ha sido respondida en numerosas ocasiones en el cine con una respuesta contundente: no. Es más, salvo algunas contadas excepciones, los humanos estamos bajo el acecho de los seres más violentos, peligrosos y con ganas de guerra de todo el universo. De entre todos los entes alienígenas cinematográficos, hay una raza que destaca por su crueldad y su sangre fría: los Predator.
Predator, más conocida como Depredador en nuestro país, fue una interesante película protagonizada por Arnold Schwarzennegger (y que tendría una secuela protagonizada por Danny Glover, aparte de la reciente Alien vs. Predator), en la que se nos presentaba a una criatura con una clara tendencia: su interés por la cacería. A través de los comics y las novelas que surgieron a raíz del éxito de las películas se fue forjando el mito del cazador interestelar, dotándole de toda una mitología, una historia y unas motivaciones, convirtiéndose en algo más que el malo de turno de una película.
Como es lógico, los Predators gozaron de diversas conversiones a videojuegos, aunque, contra lo que cabría esperar, fueron pocas las visitas en solitario de los cazadores a las consolas, y en casi todos los casos se trataba de enfrentamientos contra los archiconocidos Aliens. Muchos años han pasado desde Predator 2 para GameGear, y por fin vuelve el cazador alienígena a las consolas de nueva generación. Sin embargo, hubiera sido mejor que no se hubiese sacado su camuflaje óptico, ya que estamos ante un gran cúmulo de despropósitos.
Tío, ¿dónde está mi argumento?
Perdón por el chiste fácil en el título de este apartado, pero es que justamente eso mismo parece el argumento de Predator: un mal chiste, pésimamente elaborado. La historia comienza con el Predator protagonista (sin nombre ni pasado) en la Tierra, en pleno año 1930. Un mundo donde la mafia se extendía por las ciudades y los enfrentamientos con la policía eran constantes.
Llegar a la nave? ¿Qué pasó con el líder de la banda irlandesa? Pues resulta que se trata de una misión secundaria, que tan sólo sirve para desbloquear un nuevo traje para el Predator, con lo que la coherencia argumental empieza a tambalearse peligrosamente. Como cabría esperar, el Predator no da llegado a su nave, con lo cual se ve obligado, como dictan los códigos de conducta de su especie, a autodestruir la nave y que todo el territorio acabe devastado.
Pero, para sorpresa de todos, tras una explosión que no deja ni un edificio en pie, el Predator protagonista sigue vivo y con tan sólo las heridas sufridas antes de empezar el juego. Ante el fracaso de su misión (más que nada, por haber sobrevivido), los demás miembros de su estirpe le condenan a un exilio en un peligroso planeta habitado por extrañas criaturas.
En la Tierra, las armas del Predator (que, curiosamente, salieron intactas de una explosión impresionante) han caído en las manos de los líderes mafiosos, que desarrollan esa tecnología para extender sus redes criminales. Cien años después de su primera visita, el Predator protagonista es obligado a volver a la Tierra para arreglar los errores de su anterior visita
Tras un argumento sin pies ni cabeza se presenta una aventura que carece de toda lógica. Ninguna de las misiones que ha de cumplir el Predator a partir de ese momento serán explicadas en ningún momento, y carecerán de todo sentido posible. En muchos casos, además, las acciones a realizar estarán totalmente en desacuerdo con la filosofía y la imagen de los Predator que se ha creado a través de otros medios.
Comportándose como un cazador
En cuanto al juego en sí, se trata de una aventura típica, que en cuanto a planteamiento puede recordar a títulos tipo Soul Reaver, aunque por su desarrollo a través de ciudades y por el estilo oscuro del que hace gala, recuerda (salvando las distancias) a Omikron. Sin embargo, queda por debajo de cualquier comparación posible, ya que su planteamiento y control dejan muchísimo que desear.
Lo que mejor se ha representado ha sido a la criatura, el Predator. Bien modelado gráficamente, con todas sus armas, habilidades y funciones que le han hecho famoso. Si algo salva a este juego es poder agarrar a los enemigos y arrancarles la columna, o partirlos a la mitad, o esconderse entre las sombras acechando a nuestros rivales para pillarlos por sorpresa y arrancarles la cabeza, como haría el cazador alienígena.
Sin embargo, ahí se queda todo. Y es que, ya sólo a la hora de saltar, controlar al Predator se convierte en una odisea: saltos imprecisos, numerosas caídas, imposibilidad de volver a nuestro punto de partida y acabar encontrando una ruta secundaria desconocida que provoca una tremenda sensación de estar totalmente perdidos y que resume el juego en “tirar hacia delante, a ver qué pasa”.
Los enemigos, tanto en 1930 como en el 2030, son meros muñecos con los que jugará el Predator, y ninguno presentará una gran resistencia a las armas de la criatura. Además, sorprende su reducido tamaño, ya que, como mostraran las películas, la diferencia de tamaño no es tan exagerada como se muestra en el juego. Por momentos, exagerando un poco, recuerda a lo visto en Slave Zero, donde los enemigos parecían hormigas en comparación con el robot gigante protagonista
Además, la ciudad, los efectos, los diseños de personajes... todo el apartado gráfico está poco trabajado y no ofrece nada realmente espectacular. A veces, hasta parece un juego de la generación pasada. Se salvan algunas secuencias de vídeo, que se hacen agradables a la vista, aunque se mezclan con otras muy forzadas que no hacen justicia ni al personaje ni a la propia historia
Del mismo modo, el apartado sonoro que apoya a la acción es tan discreto, que todavía me pregunto si había músicas. Las pocas melodías llamativas no pegan bien con la acción, y se antojan fuera de lugar. Destaca, en el aspecto positivo, los gruñidos del Predator, aunque contrasta con un pésimo doblaje de los enemigos.
sacado de www.meristation.com
he aqui algunas imagenes: